LA DANZA.
Podríamos definir la danza como una serie de movimientos
corporales rítmicos que siguen un patrón, acompañados generalmente con música y
que sirve como forma de comunicación o expresión. Los seres humanos se expresan
a través del movimiento. La danza es la transformación de funciones normales y
expresiones comunes en movimientos fuera de lo habitual para propósitos
extraordinarios. Incluso una acción tan normal como el caminar se realiza en la
danza de una forma establecida, en círculos o en un ritmo concreto y dentro de
un contexto especial. La danza puede incluir un vocabulario preestablecido de
movimientos, como en el ballet o pueden utilizarse gestos simbólicos o mimo,
como en las numerosas formas de danza asiática. Personas de diversas culturas
bailan de forma distinta por razones variadas y los diferentes tipos de danzas
revelan mucho sobre su forma de vivir.
La danza
y la técnica
La técnica es en la danza una forma de expresar la vida,
podemos decir que es el sustrato del que se sirve uno para expresar lo que
tiene dentro y que pueda tener un reconocimiento. Por esta cuestión es
importante tener una buena técnica; sin ella nos encontraremos muy limitados.
Si bien la técnica es importante, ésta jamás debe ser un fin en si misma, sino
un medio para expresarse. Por esta razón no podemos ni debemos realizar un
trabajo de la técnica especifico, analítico y sin ningún sentido para el
practicante, sino que debe realizarse cada día con un sentido diferente y de
forma motivante para el practicante. Además hay que tener también en cuenta que
la técnica no puede quedarse estancada, debe tener una evolución permanente, lo
cual no sería posible si siempre se hiciesen los mismos ejercicios y no se
dejase margen a la libertad, creatividad..
La
danza y el cuerpo humano
El cuerpo puede realizar acciones como rotar, doblarse,
estirarse, saltar y girar. Variando estas acciones físicas y utilizando una
dinámica distinta, los seres humanos pueden crear un número ilimitado de
movimientos corporales. Dentro del extenso campo de movimientos que el cuerpo
puede realizar, cada cultura acentúa algunos caracteres dentro de sus estilos
dancísticos.
El potencial normal del movimiento del cuerpo puede ser
aumentado en la danza, casi siempre a través de largos periodos de entrenamiento
especializado. En el ballet, por ejemplo, el bailarín se ejercita para rotar o
girar hacia afuera las piernas a la altura de las caderas, haciendo posible el
poder levantar mucho la pierna en un arabesque. En la India, algunos bailarines
aprenden a bailar incluso con sus ojos y cejas. También el vestuario puede
aumentar las posibilidades físicas: las zapatillas de puntas, zancos y arneses
para volar, son algunos de los elementos artificiales utilizados por los
bailarines.
La danza
y la mente
Además de proporcionar placer físico, la danza tiene
efectos psicológicos, ya que a través de ella los sentimientos y las ideas se
pueden expresar y comunicar. El compartir el ritmo y los movimientos puede
conseguir que un grupo se sienta unido. En algunas sociedades, la danza puede
llevar a estados de trance u otro tipo de alteración de la conciencia. Estos
estados pueden ser interpretados como muestras de posesiones de espíritus, o
buscados como un medio para liberar emociones. El estado de trance permite a veces
realizar hazañas de fuerza extraordinaria o de resistencia al peligro, como el
bailar sobre brasas. En algunas tribus, los chamanes bailan en estado de trance
para poder curar a otros tanto física como emocionalmente. Se ha desarrollado
un nuevo tipo de terapia utilizando la danza para ayudar a las personas a
expresarse y a relacionarse con los demás.
EL TEATRO.
El teatro, desde el punto de vista formativo, dista mucho
del teatro profesional ya que no busca formar a los alumnos para que el día de
mañana sean actores, sino que lo que hace es servirse del teatro y la
dramatización como instrumentos para conseguir que los alumnos obtengan más
materiales expresivos y, por tanto, tengan mayores posibilidades de expresión.
El teatro es una herramienta de trabajo utilizada como
medio para fomentar y desarrollar posteriormente la libre expresión del niño.
Etapas que hay que seguir para ir liberando la expresión
en el niño:
- Percepción y sensibilización: Ejercicios
que tienden a desarrollar las capacidades de observación del niño, tanto a
nivel individual como colectivo.
- Expresión: utilizar
los materiales expresivos que hemos descubierto, con los que nos hemos
sensibilizado, para expresarnos. Aumentar así nuestras posibilidades de
expresión.
- Comunicación: Todo lo
que se expresa en conjunto, en presencia y la colaboración de los demás.
El objetivo es explicitar y tomar conciencia de la
comunicación y de los conceptos y hechos comunicados, además del desarrollo de
la capacidad crítica para desechar aquellos materiales que no consigan nuestra
comprensión.
¿Cómo enseñar los contenidos del teatro?
Para introducir a los alumnos en esta actividad podemos
usar dos métodos principalmente: el primero sería pasivo, en el que los alumnos
se dedican a observar videos, actuaciones... teatrales, y el segundo sería
activo, donde los alumnos toman parte y tratan de representar ciertas
situaciones. Si bien pueden trabajarse de manera independiente es recomendable
que ambos estilos se combinen para llegar a la total comprensión del acto
expresivo. Por otro lado es importante también que haya cierta diferenciación
entre ambos estilos. Podríamos decir que el primer método consiste en
“recibir”, mientras que el segundo consiste más en “dar”. Por este motivo es
conveniente que en los primeros momentos prevalezca el método pasivo para que
así los alumnos se vayan nutriendo de ciertos conocimientos que, más tarde,
podrán ya aplicar de forma activa en sus representaciones.
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